A los que están lejos de su hogar,
A los que lo han perdido todo y
no les ha tocado nada.
A los que tienen la familia cerca,
pero viven lejos, en otros mundos
que no son los nuestros.
A los que ven el mundo
como una esfera tan pequeña,
azul y verde, marrón y naranja,
que se sienten ninguneados.
A los olvidados...
A los niños, a los niños olvidados,
que compramos con cajas de carton embolicado.
A los viejos, que después de años
se sienten como trastos.
A todos mi granito de esperanza.
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